Mohandas Karamchand «Mahatma» Gandhi

«La verdad es el objetivo, el amor el medio para llegar a ella.»

—M. Gandhi

Hoy hace 140 años, la pequeña ciudad de Porbandar, al Oeste de la India veía nacer al señor Mohandas Karamchand “Mahatma” Gandhi; quien luego se convertiría en abogado, político, pensador , pacifista y revolucionario.

Bapu (Padre), como le decían con cariño, fue un estudiante mediocre hasta ser admitido en la Universidad de Bombay, que luego dejaría para estudiar Derecho en el University College de Londres, poco antes de cumplir 19 años. En 1893 se muda a Sudáfrica por razones de trabajo. Viviendo en este país, entonces bajo dominio británico, experimentó el racismo y la discriminación en carne propia, situaciones que lo llevarían a interesarse en la lucha por los derechos civiles y, finalmente, a desarrollar y practicar la forma de resistencia no-violenta satyagraha.

En 1915 Gandhi regresa a la India y pasa un buen tiempo con el político indio Gopal Krishna Gokhale, viajando por todo el país y conociendo la situación de su pueblo. Tres años después visita las localidades Champaran y Kheda, donde organiza ashrams (lugares destinados a la enseñanza de la cultura india) para combatir el alcoholismo y la pobreza extrema de la zona, originados por el cultivo casi exclusivo de índigo para explotación británica. Logra su objetivo, tanto que poco tiempo después es arrestado acusado de alterar el orden público, desencadenando multitudinarias manifestaciones pacíficas que exigían (y lograron) su liberación.

El 13 de Abril de 1919 durante la celebración pacífica del festival de la cosecha y año nuevo Sikh, el Brigadier General inglés Reginald Dyer ordena abrir fuego contra la multitud de aproximadamente 5000 personas reunida frente al Templo Dorado por no acatar la orden dispersarse. La masacre de Amritsar, como se bautizó el incidente, sólo se detuvo tras 15 minutos literalmente por falta de munición; dejó 1526 muertos, más de 1000 heridos y un enorme sentimiento de indignación y rabia en el pueblo indio, que no tardó en reaccionar con disturbios y agresiones. Gandhi condenó los actos violentos, tanto los cometidos por los ingleses como las retaliaciones indias, llegando incluso a pedir disculpas a las familias de los civiles ingleses asesinados durante los disturbios.

Un tiempo después, Bapu decide protestar contra el impuesto que los ingleses habían fijado a la sal e inicia su acto de protesta más famoso: la Marcha de la Sal o Satyagraha de la Sal, una caminata de 300 kilómetros hasta el Océano Indico, donde junto con sus seguidores, recoge agua en recipientes para evaporarla y obtener sal. Su ejemplo es imitado en todo el país. Tras 9 meses en prisión Gandhi es liberado y el virrey reconoce su derrota cediendo a las demandas indias. El reconocimiento de la independencia es inminente, pero se ve interrumpido por la Segunda Guerra Mundial en Europa; tiempo suficiente para acentuar las diferencias entre hindúes y musulmanes, que terminarían por convertirse en una guerra civil.

Finalmente, el 15 de agosto de 1947 se disuelve el Imperio de India, con la separación de India y Pakistán. Los roces entre estos dos países seguían creciendo y tras el anuncio del gobierno Indio de deportar todos los musulmanes a Pakistán, Gandhi visita a los musulmanes de Nueva Delhi esperando ayudar a aliviar las tensiones y luego, indignado, se declara en «ayuno a muerte» (huelga de hambre) hasta que cese la violencia, se retire la medida contra los musulmanes y el gobierno Indio pague una deuda al gobierno Pakistaní. Días después, es visitado por los distintos líderes, quienes se comprometen a cumplir sus demandas y Gandhi rompe su ayuno con un vaso jugo de naranja.

El 30 de enero de 1948, Mohandas Karamchand Gandhi muere al recibir 3 disparos en el pecho provenientes de la pistola Beretta 9mm empuñada por Nathuram Godse, un radical ultraderechista hindú que luego sería ejecutado; muy seguramente en contra de lo que su víctima hubiera deseado.

Publicado el octubre 2, 2009 en Gente, Historia, La Humanidad y etiquetado en , , , , , , , , , , , , . Guarda el enlace permanente. 1 comentario.

  1. quince minutos de balas a una multitud indefensa?

    creo que la humanidad no ha cambiado tanto.

    y no se si sigo esperandolo.

Deja un comentario